El nuevo enfoque de gestión de las organizaciones que propone el modelo EFQM 2020 encumbra un término nada baladí, “propósito” y lo sitúa en primera línea con otros términos con los cuales nos encontrábamos más familiarizados y podíamos ver asiduamente en las páginas web o presentaciones de las organizaciones, como son visión, misión y valores.
La RAE lo define como “El ánimo o la intención de hacer o no hacer algo. El objetivo que se pretende conseguir. Asunto o materia de que se trata”.
En Wikipedia encontramos la referencia al libro “Una Vida con Propósito” (The Purpose Driven Life), un libro religioso escrito por el pastor cristiano Rick Warren en 2002, que en 2019 alcanzó los 32 millones de copias en más de 85 idiomas. Es un libro que invita a la reflexión sobre cómo la búsqueda de la realización y satisfacción personal sólo puede encontrarse si comprendemos aquello para lo que Dios nos puso en la Tierra, el propósito más allá de la propia persona.
En el ámbito de las organizaciones el propósito es la razón de nuestra existencia, el “para qué” existimos como organización, y ayuda a las personas que forman parte de la misma a ser conscientes más allá de sus funciones diarias del “para qué” forman parte de una determinada entidad o empresa. Saber que contribuyen al bienestar de otras personas más allá del suyo propio. El propósito de una organización es duradero en el tiempo y por tanto, inalcanzable.
Se diferencia de la “misión” en que ésta se centra más en explicar “cómo” vamos a tratar de alcanzar el propósito, mediante qué acciones, estrategias o metodologías.
Por ejemplo, el propósito de Grupo Develop es: «Generar y compartir conocimiento y experiencias que contribuyan a mejorar el futuro de las personas y la sostenibilidad de las organizaciones”.
Os animamos a definir vuestro “propósito”, si no lo tenéis ya, contando con la participación de vuestros principales grupos de interés.